Qué hacer si te reclaman una deuda prescrita
Te reclaman una deuda prescrita? Comprueba plazos, responde por escrito, evita abusos y limpia ficheros de morosos en España.
Índice
- Qué es la deuda prescrita
- Cómo saber si tu deuda está prescrita
- Plazos de prescripción en España
- Pasos inmediatos si te reclaman
- Respuesta formal y modelo básico
- Burofax y pruebas de comunicación
- Si te demandan: oposición y defensa
- Ficheros de morosos: cómo actuar
- Errores comunes y recomendaciones
- Preguntas frecuentes
Qué es la deuda prescrita
Hablamos de deuda prescrita cuando, transcurrido el plazo legal sin que el acreedor haya ejercitado de forma válida sus derechos frente al deudor, el ordenamiento permite oponer la prescripción como causa de extinción de la acción para reclamar judicialmente. No significa que la obligación moral desaparezca, pero sí que el acreedor ya no puede compelerte por la vía judicial si tú invocas la prescripción en tiempo y forma.
La prescripción responde a principios de seguridad jurídica: el Derecho no ampara reclamaciones indefinidas en el tiempo porque los hechos se difuminan, la prueba se deteriora y las personas organizan su vida contando con la paz jurídica. Por eso, cada tipo de deuda tiene un plazo de prescripción que empieza a contar desde que la obligación pudo ser exigida (normalmente, desde el vencimiento impagado) y puede interrumpirse por actos que demuestren la voluntad del acreedor de cobrar o del deudor de reconocer la deuda.
Idea clave: una deuda no “caduca” sola; debes alegar la prescripción. Si no lo haces, el juez no la aplicará de oficio. Y si el acreedor acreditó una interrupción válida del plazo, este vuelve a empezar a contar.
Comprender si la reclamación que has recibido se refiere a una deuda prescrita es el primer paso para responder con seguridad. En los siguientes apartados verás cómo comprobar fechas, identificar actos interruptivos y contestar por escrito para frenar prácticas de recobro agresivas o improcedentes.
Cómo saber si tu deuda está prescrita
Para determinar si puedes oponer la prescripción, tendrás que reconstruir una línea temporal de la deuda. Localiza el contrato o factura, la fecha de vencimiento y los últimos movimientos relevantes. Revisa el correo postal y electrónico, SMS y cualquier comunicación que haya podido interrumpir el cómputo. Las piezas clave son: fecha del primer impago, reclamaciones fehacientes del acreedor, reconocimientos de deuda por tu parte y eventuales procedimientos judiciales o extrajudiciales (monitorio, ejecución, mediación previa, etc.).
- Fecha de exigibilidad: cuándo debías pagar y no lo hiciste.
- Interrupción: ¿hubo burofax, demanda, requerimiento notarial o reconocimiento expreso del débito?
- Suspensión: situaciones puntuales que paralizan temporalmente el cómputo.
- Titularidad: si la deuda fue cedida a un fondo, comprueba cuándo y cómo te notificaron.
Prueba fehaciente: lo que interrumpe son actos que dejan constancia (p. ej., burofax con certificación, demanda, requerimiento notarial). Un simple email comercial ambiguo o una llamada sin registro raramente bastan.
Si no localizas documentos, solicita a la empresa reclamante acreditación del origen y evolución de la deuda (contrato íntegro, extracto detallado, cesiones y comunicaciones fehacientes). Tienen la carga de probar que su acción no está prescrita. Hasta entonces, no reconozcas la deuda ni negocies pagos que puedan reactivar el plazo.
Plazos de prescripción en España
En España, los plazos de prescripción varían según la naturaleza de la obligación. Muchas deudas personales derivadas de contratos entre particulares prescriben a los cinco años desde que puedan exigirse, aunque existen reglas especiales. Las deudas periódicas (suministros, cuotas, rentas) pueden tener plazos más breves, y ciertas acciones mercantiles o profesionales cuentan con términos específicos. Además, la normativa ha sufrido cambios en los últimos años, por lo que conviene analizar el régimen transitorio aplicable según la fecha en que nació la obligación.
- Préstamos y créditos personales: referencia general de cinco años para acciones personales.
- Tarjetas revolving y consumos: revisar contrato y extractos; atención a intereses y usura.
- Suministros del hogar: facturas periódicas con plazos más cortos por cada periodo vencido.
- Honorarios profesionales y alquileres: plazos usualmente más breves por mensualidades.
- Deudas tributarias y con la Seguridad Social: régimen y plazos propios, con reglas de interrupción específicas.
Importante: siempre verifica el dies a quo (día inicial) y si hubo interrupciones. Un único burofax fehaciente puede reiniciar el cómputo.
Conocer el plazo aplicable evita aceptar acuerdos innecesarios. Si ya transcurrió, tu prioridad es dejar constancia de que opones la prescripción y exigir el cese de la presión de cobro o el borrado en ficheros de morosidad cuando corresponda.
Pasos inmediatos si te reclaman
Recibir una llamada o carta de recobro genera inquietud, pero actuar con método marca la diferencia. Lo esencial es no reconocer la deuda antes de verificar si está prescrita y solicitar la documentación que demuestre su exigibilidad.
- 1) Conserva todo: cartas, sobres, emails, SMS y grabaciones.
- 2) Pide prueba: contrato, facturas, cesión, detalle de importes y fecha de exigibilidad.
- 3) No pagues ni firmes: evita “pagos a cuenta” que puedan interpretarse como reconocimiento.
- 4) Controla plazos: si llegara una notificación judicial, los tiempos para oponerse son breves.
- 5) Responde por escrito: si aprecias prescripción, comunícalo formalmente y exige el cese.
Tip: si la comunicación es agresiva o intimidatoria, deja constancia (pantallazos, grabaciones legales) y valora reclamar por prácticas de recobro indebidas.
Seguir estos pasos te permitirá ganar tiempo, bajar la presión y colocar la carga de la prueba donde corresponde: en quien reclama.
Respuesta formal y modelo básico
Cuando detectes indicios sólidos de prescripción, envía una respuesta escrita breve y asertiva. El objetivo es dejar claro que no reconoces la deuda, que opones la prescripción y que exiges el cese de comunicaciones indebidas. Además, solicita la documentación de soporte si no la han aportado.
Modelo orientativo:
“A la atención de [empresa]. En relación con la supuesta deuda [referencia], manifiesto que no reconozco la misma y opongo la prescripción de la acción de reclamación al haber transcurrido el plazo legal sin interrupción válida. Les requiero para que cesen en cualquier actividad de recobro y, en su caso, procedan a la cancelación de mis datos en ficheros de morosidad. Quedo a la espera de que me remitan, en su caso, la documentación fehaciente que acredite la existencia, titularidad y exigibilidad actual de la deuda.”
No uses expresiones que impliquen reconocimiento (“admito”, “debo”, “pagaré”). Firma con tu nombre, DNI y dirección a efectos de notificaciones. Si prevés más fricción, prepara el envío por burofax con certificación de contenido.
Burofax y pruebas de comunicación
El burofax es la vía idónea para comunicar tu posición con prueba de envío y contenido. Si la empresa continúa presionando o amenaza con incluirte en ficheros de morosos, un burofax bien redactado sirve para fijar los hechos y, más adelante, apoyar una reclamación por intromisión ilegítima o por inclusión indebida.
- Contenido mínimo: identificación, referencia de la deuda, oposición por prescripción, requerimiento de cese y de cancelación de datos.
- Adjuntos: copia de comunicaciones previas y de tu documentación identificativa.
- Archivo: conserva resguardo, número de envío y copia certificada del texto.
Consejo: evita plantillas genéricas que puedan interpretarse como reconocimiento. Mantén un tono firme, jurídico y sin ambigüedades.
Este paso no siempre es imprescindible, pero aumenta tu posición negociadora y reduce el riesgo de que te sigan llamando o de que remitan tu expediente a un fichero sin fundamento.
Si te demandan: oposición y defensa
Si recibes un procedimiento monitorio o demanda, actúa con celeridad: los plazos para oponerse pueden ser muy cortos. La prescripción es una excepción que debes alegar de forma expresa y fundada, aportando tu línea temporal y cuestionando la suficiencia de las pruebas del actor. Revisa si las notificaciones previas fueron fehacientes, si la cesión fue correctamente comunicada y si los intereses o comisiones son abusivos.
- Oposición: niega reconocimiento, alega prescripción y falta de legitimación si hay dudas sobre la cesión.
- Prueba: impugna documentos unilaterales, exige originales o copias auténticas del contrato.
- Costas: solicita su imposición si la reclamación era temeraria ante una clara prescripción.
Alerta: ignorar una demanda puede acabar en condena por incomparecencia. Aunque la deuda esté prescrita, debes personarte y alegarlo.
Una defensa ordenada y técnica puede no solo frenar la pretensión, sino también abrir la puerta a reclamar los perjuicios por el recobro indebido o por inclusiones injustas en ficheros.
Ficheros de morosos: cómo actuar
La inclusión en ficheros de morosos exige que la deuda sea cierta, vencida, exigible y no controvertida. Si la acción está prescrita o existe una disputa razonable, la inclusión puede ser ilícita. Ante una amenaza o una inclusión ya realizada, solicita de inmediato la cancelación, adjuntando tu oposición por prescripción y cualquier prueba de controversia.
- Derechos ARCO: acceso para ver datos incluidos, y cancelación/rectificación si no proceden.
- Prueba de controversia: copia de tu burofax o respuesta formal.
- Indemnización: explora reclamar daños por intromisión ilegítima si hubo perjuicios (crédito denegado, reputación).
Práctica: documenta rechazos de financiación y vincúlalos a la inclusión para cuantificar daños.
La combinación de oposición por prescripción y ejercicio de derechos de protección de datos suele ser efectiva para revertir situaciones injustas.
Errores comunes y recomendaciones
El error más frecuente es reconocer la deuda de forma verbal o por escrito, reiniciando el plazo. También lo es hacer pagos simbólicos “para quitar presión”. Otro fallo común es ignorar notificaciones, especialmente judiciales, o no guardar pruebas de comunicaciones. Por último, muchos deudores confunden caducidad con prescripción o creen que el juez la apreciará sin alegarla.
- No firmes acuerdos ni pagos a cuenta sin asesoramiento.
- Centraliza toda comunicación por escrito y guárdala.
- Revisa plazos y actos interruptivos antes de decidir.
- Si llega una demanda, opón prescripción en tiempo y forma.
Checklist rápido: ¿tengo las fechas claves? ¿existe burofax o demanda anterior? ¿hubo cesión comunicada? ¿he evitado reconocer la deuda?
Actuar con método reduce el riesgo y te coloca en mejor posición frente a agencias de recobro y fondos de inversión.
Preguntas frecuentes
¿Puedo pagar una parte sin reconocer la deuda? Es arriesgado. Un pago parcial puede interpretarse como reconocimiento y reiniciar el plazo de prescripción.
¿Un email interrumpe la prescripción? Solo si deja constancia inequívoca y fehaciente del requerimiento; en la práctica, se prefieren medios como burofax o demanda.
¿Qué hago si me inscriben en un fichero de morosos? Solicita acceso y cancelación aportando tu oposición por prescripción y prueba de controversia. Valora reclamar daños.
¿El juez aplica la prescripción de oficio? No. Debes alegarla expresamente en tu escrito de oposición o contestación a la demanda.
Si tu caso es complejo o incluye varias cesiones de crédito, acude a asesoramiento especializado para afinar la estrategia y asegurar que toda la documentación respalda tu posición.
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