Qué hacer si te reclaman una deuda inexistente

Qué hacer si te reclaman una deuda inexistente

Publicado el 01 de octubre de 2025


📖 Tiempo estimado de lectura: 9 min

Cómo identificar una deuda inexistente

Recibir una reclamación por una deuda inexistente puede generar ansiedad, pero lo primero es verificar con calma si el importe reclamado responde a un contrato real, un servicio efectivamente prestado o una obligación pasada pendiente. Para identificar si la deuda no existe, compara la información de la carta o llamada (importe, fechas, número de contrato, proveedor) con tus propios registros: contratos, correos, facturas y extractos bancarios. Si no reconoces al acreedor o el número de contrato no coincide con nada en tu historial, es una primera señal de alarma.

Otro indicador frecuente es la falta de desglose: reclamaciones que solo mencionan un “saldo global” sin detallar periodos facturados, impuestos o conceptos. Las empresas serias y los despachos de cobro deben aportar, cuando menos, una factura o liquidación que permita comprobar el origen de la supuesta deuda. Fíjate también en incongruencias: direcciones antiguas, DNI mal escrito, servicios en una ciudad donde nunca residiste o fechas en las que tenías el servicio dado de baja.

Es habitual que las agencias de recobro compren carteras de deudas antiguas o mal depuradas. En esos listados se cuelan errores de identidad (homónimos) o importes de cuentas ya canceladas. Si te reclaman un servicio de telecomunicaciones, energía o banca, solicita el contrato original, el detalle de consumos y la fecha exacta de devengo. La inexistencia de esa documentación o respuestas evasivas refuerzan tu posición: no basta con que te llamen insistentemente; deben demostrar el origen lícito de la obligación.

Checklist de verificación rápida:

  • ¿Reconoces al acreedor y el contrato?
  • ¿Existe factura/justificante con conceptos detallados?
  • ¿Coinciden tus datos personales y el periodo reclamado?
  • ¿Cortaron el servicio o hubo baja previa documentada?
  • ¿Te aportan prueba del devengo de la deuda?

Tus derechos frente a reclamaciones

Ante una reclamación de deuda inexistente cuentas con varias herramientas legales. En materia de consumo, tienes derecho a recibir información veraz, clara y comprobable sobre cualquier cargo atribuido. Si la entidad, o un tercero en su nombre, se limita a presionarte sin aportar documentos, puedes exigir por escrito la acreditación contractual y la justificación del importe. Al mismo tiempo, la normativa de protección de datos te ampara frente a un uso indebido de tu información personal, especialmente si se te amenaza con comunicar tu supuesto impago a ficheros de morosidad sin base legítima.

También te protege el derecho al honor: las amenazas o comunicaciones a terceros que dañen tu reputación sin fundamento pueden ser reclamables. Si te incluyen indebidamente en un fichero de morosos, podrías solicitar la cancelación y reclamar por los daños ocasionados (por ejemplo, la denegación de un préstamo o tarjeta). Además, ante prácticas de acoso telefónico o llamadas en horarios intempestivos, la autoridad de consumo o protección de datos puede sancionar a la empresa responsable.

Recuerda: no tienes que probar que “no debes”, quien reclama debe probar que debes. Tu estrategia debe combinar petición documental, registro de incidencias y, si es necesario, reclamaciones formales ante el servicio de atención al cliente, organismos de consumo y autoridades competentes. En caso de duda, busca asesoramiento para valorar acciones por intromisión ilegítima en el honor, vulneración de la normativa de protección de datos o prácticas comerciales desleales.

Tus palancas legales: información veraz, prueba del contrato, protección de datos, derecho al honor y reclamación ante consumo.

Primeros pasos ante llamadas y cartas

Si empiezas a recibir llamadas de cobro o cartas por una deuda que no reconoces, evita discusiones por teléfono y céntrate en recopilar información y dejar rastro escrito. Anota fecha, hora, número que llama, nombre del agente y empresa. Pide siempre la justificación documental por correo o postal: contrato, factura, detalle de consumos y fecha de devengo. No confirmes datos sensibles si no tienes certeza de la identidad del interlocutor; limita la información al mínimo y solicita un canal escrito oficial para remitir tu posición.

Paralelamente, prepara una respuesta tipo para llamadas: “No reconozco la deuda, requiero la documentación acreditativa por escrito y les ruego cesen las llamadas hasta tanto no la remitan”. Este guion, repetido con calma, transmite firmeza y reduce la presión. Si las llamadas son insistentes o se producen en horarios no razonables, documenta la frecuencia y valora bloquear números. En el caso de cartas, guarda el sobre y la misiva; si amenazan con inclusión en ficheros, esa mención es relevante para una eventual reclamación.

Por último, crea una carpeta con todos los registros: capturas de llamadas, correos, cartas escaneadas y un cronológico de eventos. Ese expediente será valioso si escalas al servicio de atención al cliente, consumo o autoridades. Mantén la comunicación en tono respetuoso y centrado en hechos: solicitas pruebas, niegas la deuda y condicionas cualquier pago a la acreditación. No realices pagos parciales ni “señales” por teléfono: podrían interpretarlos como reconocimiento de deuda.

  • Guion breve para llamadas y petición de documentación.
  • Registro de incidencias (fecha, hora, agente, número).
  • Conservar cartas y sobres; capturas de SMS y correos.
  • Evitar pagos o acuerdos verbales sin documentos.

Responder por escrito: modelos y burofax

La mejor forma de frenar una reclamación de deuda inexistente es dejar constancia por escrito. Comienza con un correo certificado o burofax con acuse de recibo dirigido al acreedor o a la agencia de recobro. En el texto, identifica el expediente, niega la deuda, exiges acreditación documental (contrato, facturas, cálculo del saldo) y solicitas el cese de comunicaciones insistentes hasta la entrega de pruebas. Añade que cualquier comunicación a ficheros de morosidad sin base será impugnada y que te reservas acciones por daños al honor y vulneración de protección de datos.

Un modelo útil incluye: encabezado con tus datos y los del reclamante; referencia del expediente; exposición breve de hechos (no reconoces relación contractual, no te han entregado facturas, detectas errores de identificación); peticiones concretas (prueba del contrato, desglose del saldo, copia de grabaciones o firma); requerimiento de cese de llamadas; y advertencia de que procederás ante organismos de consumo y autoridades si persisten sin acreditar. Adjunta copia de tu DNI tachando parcialmente la numeración si lo crees conveniente para evitar usos indebidos.

El burofax no solo comunica, también prueba que reclamaste. Conserva el justificante y el contenido enviado. Si recibes respuesta insuficiente (por ejemplo, un pantallazo sin valor contractual), reitera tu negativa y ofrece una vía de verificación: “Si sostienen la existencia de deuda, les invito a ejercitar las acciones legales oportunas; hasta entonces, ruego se abstengan de nuevas gestiones de cobro”. Esto te coloca en posición defensiva sólida y puede disuadir prácticas agresivas o automáticas.

Elementos clave del escrito: negación expresa de la deuda, exigencia de documentos, cese de llamadas, advertencia sobre ficheros, preservación de acciones.

Pruebas y documentación imprescindible

Para sostener tu posición, reúne todas las pruebas que acrediten la inexistencia de la deuda o la cancelación previa. Empieza por contratos y condiciones generales que firmaste (o la constancia de que nunca firmaste). Si la reclamación se refiere a servicios de telefonía o energía, recopila comprobantes de baja, portabilidades, números de expediente y comunicaciones de cierre. Descarga tus facturas históricas y extractos bancarios que muestren pagos al día o inexistencia de cargos durante el periodo discutido.

Guarda capturas de llamadas perdidas, registros de chat y correos electrónicos con respuestas del servicio de atención al cliente. Si existen discrepancias de identidad (errores de DNI o dirección), documenta tu empadronamiento, contratos de alquiler o escrituras para probar que no residías donde te atribuyen el consumo. Si en el pasado presentaste una reclamación al mismo proveedor, incluye la referencia; a veces las “deudas” nacen de incidencias no resueltas que quedaron mal cerradas en el sistema.

La cronología es crucial. Construye un timeline: fecha en la que te contactaron, respuestas dadas, documentos solicitados y recibidos. Este relato, acompañado de soportes, facilita a consumo o a un juez entender la secuencia. Finalmente, si temes inclusión en ficheros, recopila las denegaciones de crédito, mensajes del banco o pantallazos de scoring que acrediten perjuicio económico por una anotación errónea: serán esenciales en una eventual reclamación de daños.

  • Contratos, facturas, bajas y extractos bancarios.
  • Registros de llamadas, chats y correos con el proveedor.
  • Documentos de identidad y domicilio para descartar homónimos.
  • Timeline de eventos con pruebas adjuntas.

Errores frecuentes y cómo evitarlos

Ante una deuda inexistente es fácil caer en trampas que debilitan tu defensa. El error más típico es pagar para quitarse el problema sin verificar. Un pago parcial o un “acuerdo amistoso” por teléfono puede interpretarse como reconocimiento de deuda, complicando su impugnación. Otro fallo es discutir por llamadas interminables sin dejar rastro escrito: la ausencia de constancia dificulta demostrar abuso o mala praxis.

Evita enviar documentación sensible a cuentas genéricas o a terceros cuya identidad no puedes verificar. Si compartes DNI o extractos, hazlo por canales formales y minimizando datos (p. ej., ocultando parte de numeraciones). No aceptes cláusulas de confidencialidad que te impidan reclamar después, ni firmes renuncias globales si la contraparte no acredita su pretensión. Desconfía de plazos artificiales (“si no pagas hoy, te incluimos en ASNEF”), práctica que busca precipitarte.

Finalmente, no abandones el expediente: la pasividad favorece que te incluyan en ficheros o que prosigan gestiones. Responde siempre por escrito, eleva tu queja al servicio de atención al cliente y, si no hay respuesta o es insuficiente, acude a consumo o a asesoramiento legal. Tu objetivo no es “convencer por teléfono”, sino construir un expediente sólido que respalde la inexistencia de la deuda y disuada a la contraparte de seguir con un recobro improcedente.

Evita: pagar sin documentos, acuerdos verbales, entregar datos sin verificar, silencios prolongados y conversaciones sin registro.

Ficheros de morosidad: ASNEF y VERAZ

La amenaza de inclusión en ficheros de morosidad es el instrumento de presión más habitual. Para que una empresa pueda comunicar tus datos a ASNEF u otros registros, deben concurrir requisitos: existencia de deuda cierta, vencida, exigible, no discutida, preaviso fehaciente y proporcionalidad. Si niegas la deuda por escrito y solicitas pruebas, la comunicación carece de base y puede constituir una infracción y una intromisión ilegítima en tu honor.

Si ya te han incluido, actúa en dos vías: solicita la cancelación al fichero aportando tu escrito previo de negativa y la ausencia de documentación acreditativa, y exige al cedente (la empresa que subió tu dato) que demuestre el contrato y el devengo. Pide resolución por escrito y guarda el número de referencia. Paralelamente, documenta perjuicios: denegaciones de financiación, caída de límite de tarjeta o empeoramiento de condiciones. Esas consecuencias económicas y reputacionales pueden ser indemnizables.

En tu escrito señala expresamente que el dato es inexacto y que la deuda es inexistente o controvertida, y adjunta la evidencia: burofax, ausencia de contrato, bajas previas, etc. Solicita respuesta en un plazo razonable y, si no te atienden, eleva la queja ante la autoridad competente y valora una reclamación por daños. Recuerda: el objetivo no es solo salir del fichero, sino evitar nuevas comunicaciones y obtener reparación por el perjuicio causado.

  • Requisitos de inclusión: deuda cierta, vencida, exigible, no discutida y preaviso.
  • Estrategia doble: cancelación al fichero y exigencia de prueba al cedente.
  • Prueba del daño: denegaciones de crédito, costes y tiempo invertido.

Cuándo acudir a un abogado y costes

Aunque muchas reclamaciones de deuda inexistente se resuelven con un buen escrito y pruebas básicas, hay situaciones donde conviene acudir a un profesional: inclusión efectiva en ficheros de morosidad, amenaza de demanda, importes relevantes, daños al honor o persistencia del acoso pese a tu negativa documentada. Un abogado podrá valorar acciones por intromisión ilegítima en el honor, incumplimientos en protección de datos o prácticas comerciales desleales, y reclamar daños y perjuicios.

En cuanto a costes, las consultas iniciales suelen tener tarifas asumibles y, en algunos casos, parte del trabajo puede vincularse a resultados (por ejemplo, si se obtiene indemnización). Pide siempre hoja de encargo con alcance y honorarios claros. Si tu caso encaja en consumo, puedes iniciar reclamaciones administrativas sin coste y, en paralelo, el profesional puede preparar escritos avanzados o negociar una retirada inmediata del fichero y el cese de cobros.

Antes de la cita, lleva tu dossier: burofax, respuestas, registros de llamadas, cartas, contratos y cronología. Con ese material, el análisis será ágil y el abogado podrá identificar la estrategia óptima: desde una intimación final con plazo perentorio, hasta la interposición de acciones judiciales. La clave es no esperar a que el problema escale: cuanto antes actúes con un enfoque técnico, menos tiempo estarás expuesto a prácticas de recobro improcedentes.

Tip: solicita siempre soluciones por escrito y evita conversaciones telefónicas sin respaldo; la seguridad jurídica nace del documento.

Preguntas frecuentes

¿Debo pagar para evitar problemas aunque la deuda sea inexistente? No. Pagar “para acabar” puede interpretarse como reconocimiento. Exige primero contrato, facturas y detalle de cálculo. Si no acreditan, niega por escrito y conserva pruebas.

¿Qué hago si me incluyen en ASNEF sin fundamento? Solicita cancelación inmediata al fichero y al cedente, adjuntando tu negativa y la falta de documentos. Documenta perjuicios (denegaciones de crédito) y valora reclamar daños.

¿Pueden llamarme varias veces al día? Las prácticas insistentes pueden ser abusivas. Registra fechas y horas, solicita comunicaciones por escrito y, si persisten, eleva queja a consumo o protección de datos y considera asistencia legal.

¿Sirve un correo electrónico o es mejor burofax? El burofax con acuse aporta mayor fuerza probatoria. Puedes empezar por email y, si no responden o amenazan con ficheros, envía burofax reiterando tu negativa y exigencias.

¿Y si la deuda existió pero ya la pagué? Aporta justificantes de pago, extractos y el cierre del servicio. Si persiste la reclamación o te incluyen en ficheros, solicita cancelación y reclama por el daño causado por datos inexactos.

  • Niega por escrito, pide prueba y conserva el acuse.
  • Evita pagos y acuerdos sin documentos.
  • Impugna inclusiones en ficheros y reclama daños si procede.

Consulta legal GRATIS aquí

✅ ¡Tu consulta ha sido enviada con éxito!