Cómo defenderte de recobros por deudas inexistentes
Evita recobros por deudas inexistentes: pasos legales, modelos de respuesta, cómo reclamar el acoso y borrar tus datos de ASNEF con pruebas y plazos claros.
Índice
- Qué es un recobro por deuda inexistente
- Cómo verificar si la deuda existe
- Primeras acciones inmediatas
- Modelo de respuesta y burofax
- Acoso telefónico y derecho al honor
- ASNEF y otras listas de morosidad
- Reclamación ante organismos oficiales
- Cuándo necesitas un abogado
- Errores comunes que debes evitar
- Preguntas frecuentes
Qué es un recobro por deuda inexistente
Un recobro por deuda inexistente ocurre cuando una empresa de recobros o un acreedor reclama el pago de un importe que no corresponde, bien porque la obligación nunca nació, ya fue pagada, está prescrita o se atribuye a la persona equivocada. Es habitual en sectores como telecomunicaciones, energía, créditos de consumo o compras online. A veces se origina por errores de facturación, suplantación de identidad, cesión de créditos mal documentada o simples confusiones en las bases de datos. El impacto no es menor: llamadas insistentes, amenazas de inclusión en ficheros de morosidad y presión psicológica que busca forzar el pago rápido.
Para defenderte, el primer paso es comprender que la carga de la prueba recae en quien reclama. Si te exigen un pago, deben acreditar la existencia, exigibilidad y titularidad de la deuda con documentos claros (contrato, facturas detalladas, cuadro de liquidación, notificación de cesión, etc.). Sin estas pruebas, la reclamación es meramente intimidatoria y puede vulnerar tus derechos. Además, la comunicación comercial y de recobro está regulada: no se permite el hostigamiento, la información engañosa ni la difusión de tus datos a terceros sin base legal. Entender este marco te coloca en posición de exigir rigor y respeto.
Punto clave: No pagues “por quitarte problemas”. Exige pruebas. Una deuda inexistente no se convierte en válida por repetir la reclamación.
Cómo verificar si la deuda existe
Ante un recobro, realiza una verificación ordenada: solicita por escrito el contrato del que supuestamente nace la obligación, las facturas con desglose de conceptos y fechas, y el estado de pagos históricos. Si la reclamación proviene de una empresa de recobros que dice haber adquirido el crédito, pide el documento de cesión y la acreditación de representación. Revisa nombres, DNI, domicilio, números de contrato y cualquier discordancia evidente. Comprueba también si hay errores de identidad o suplantación: compara firmas, direcciones desconocidas o consumos imposibles. Si sospechas fraude, reúne pantallazos, correos y denuncia la suplantación.
Evalúa la prescripción: muchas deudas de suministros o servicios prescriben en plazos relativamente breves desde su exigibilidad, y las de crédito tienen plazos específicos. La prescripción no opera de oficio: debes alegarla. Examina además si existieron reclamaciones previas interrumpiendo plazos y si hubo acuerdos de pago. Por último, revisa tu correo y notificaciones: la inclusión en ficheros de morosidad exige un requerimiento previo fehaciente. Si nunca lo recibiste en la dirección correcta o carece de base documental, podrás oponerte con solvencia.
- Contrato y facturas: pide copias legibles y completas.
- Cesión del crédito: exige acreditación de titularidad.
- Prescripción: comprueba fechas de vencimiento y reclamaciones.
- Identidad: verifica datos personales y señales de fraude.
Primeras acciones inmediatas
Cuando te llega un recobro por una deuda inexistente, actúa con calma pero con rapidez. Toma nota de cada llamada (fecha, hora, número, nombre del agente y contenido), guarda SMS y correos, y evita conversaciones largas por teléfono: pide un canal escrito. Envía una solicitud de prueba y oposición por un medio fehaciente (burofax con certificación de contenido o correo certificado) para dejar constancia. En ese escrito, indicas que no reconoces la deuda, exiges documentación acreditativa y solicitas el cese de comunicaciones agresivas hasta que la aporten.
En paralelo, consulta si tus datos figuran en ficheros de morosidad. Si han informado sin prueba suficiente o sin requerimiento previo, inicia de inmediato la cancelación y exige la retirada. Activa alertas de crédito si sospechas suplantación. Si el acoso es persistente, documenta las molestias (grabaciones propias donde sea legal, capturas de llamadas) para, si procede, reclamar daños por intromisión en el derecho al honor o por prácticas agresivas. Y recuerda: ninguna empresa de recobros puede embargarte sin una resolución judicial; no te dejes intimidar por mensajes alarmistas.
Checklist inmediato: recopila pruebas, comunica oposición por burofax, pide documentación, revisa ficheros de morosidad y limita el contacto a vías escritas.
Modelo de respuesta y burofax
Una respuesta escrita clara y fehaciente es tu mejor defensa. El burofax con certificación de texto y acuse de recibo acredita el contenido y la entrega. Tu escrito debe contener: (1) identificación completa; (2) referencia de la reclamación recibida; (3) manifestación expresa de que no reconoces la deuda; (4) exigencia de documentación que pruebe la existencia, cuantía y titularidad del crédito; (5) solicitud de cese de llamadas y comunicaciones intimidatorias; (6) advertencia sobre la prohibición de inclusión o mantenimiento en ficheros de morosidad sin base legítima; y (7) anuncio de acciones legales si persiste el hostigamiento.
Incluye un plazo razonable (por ejemplo, diez días hábiles) para que aporten la prueba. Si no responden o remiten documentos incompletos, envía un segundo requerimiento en términos más firmes y prepara la queja ante autoridades de consumo y protección de datos. Conserva justificantes y números de seguimiento. Si la empresa de recobros actúa por cuenta de un tercero, remite copia también al presunto acreedor original: a menudo allí se corrige el error con mayor rapidez que mediante el call center de recobros.
Tip práctico: añade una cláusula de revocación de consentimiento para fines comerciales y de oposición al tratamiento de tus datos para recobro mientras no acrediten la deuda.
Acoso telefónico y derecho al honor
El recobro no puede convertirse en hostigamiento. Llamadas a horas intempestivas, contacto con familiares o trabajo, mensajes amenazantes o insistencia desproporcionada pueden vulnerar tu derecho al honor y a la intimidad. Mantén un registro: frecuencia diaria, duración, tono, números utilizados y guiones. Si el contenido es intimidatorio o difamatorio, podría constituir una práctica ilícita. En tu burofax, exige limitar los contactos a canales escritos y a franjas razonables, y solicita la identificación del responsable del tratamiento de datos y su base jurídica para contactar.
Cuando el daño reputacional es patente (por ejemplo, informar a terceros de que eres deudor sin sentencia o sin prueba), procede reclamar indemnización por intromisión ilegítima y exigir rectificación. Si la presión continúa, presenta denuncia o demanda, aportando el dossier de pruebas. En muchos casos, el simple anuncio formal de acciones y la intervención de un profesional frenan el acoso. No normalices prácticas abusivas: la ley protege frente a recobros desleales, especialmente cuando se trata de deudas inexistentes o discutidas legítimamente.
- Evita discutir por teléfono: solicita comunicaciones por escrito.
- Documenta cada contacto y guarda capturas.
- Considera cambiar a un número alternativo temporal si el acoso es extremo.
ASNEF y otras listas de morosidad
La inclusión en ficheros como ASNEF o similares requiere requisitos estrictos: existencia de deuda cierta, vencida y exigible, requerimiento previo al deudor y proporcionalidad en el tratamiento. Cuando te enfrentan a una deuda inexistente, esos requisitos fallan. Si te notifican que te han incluido o pretenden incluirte, solicita de inmediato el origen, fecha de alta, acreedor y documentación soporte. Si no la aportan, ejerce tu derecho de oposición y cancelación, y exige la eliminación. La inclusión indebida puede ocasionar daños al honor y al acceso al crédito, indemnizables.
Para acelerar la salida de un fichero, envía un escrito al gestor del fichero y otro al presunto acreedor, adjuntando tu burofax de oposición y cualquier prueba de inexistencia o prescripción. Pide resolución por escrito y guarda los plazos. Si se niegan sin base, presenta reclamación ante la autoridad de protección de datos. Paralelamente, informa a entidades con las que tengas operaciones en curso (hipoteca, alquiler, financiación) para evitar bloqueos mientras se corrige la situación. Recuperar tu solvencia es una prioridad estratégica cuando el recobro es injustificado.
Consejo: revisa periódicamente tu situación en ficheros de morosidad y solicita alertas; es la forma más rápida de detectar inclusiones indebidas.
Reclamación ante organismos oficiales
Si la empresa de recobros ignora tu oposición, recurre a los cauces formales: oficinas de consumo, juntas arbitrales de consumo (cuando el sector lo permite), autoridad de protección de datos por tratamientos indebidos, bancos de España u organismos sectoriales si la reclamación afecta a servicios financieros, y defensorías autonómicas. Adjunta tu burofax, la ausencia de prueba, el registro de llamadas y cualquier daño sufrido (por ejemplo, denegación de crédito). Estas vías generan presión regulatoria y suelen conseguir correcciones rápidas, además de dejar un rastro útil para acciones judiciales posteriores.
Cuando la inclusión en ficheros de morosidad es injustificada, la vía de protección de datos cobra especial importancia. Puedes solicitar medidas cautelares de bloqueo y exigir sanciones por comunicación de datos sin base. Si el acoso es grave o hay indicios de delito (amenazas, coacciones), acude a la policía o juzgado de guardia. No subestimes el valor de la formalidad: un caso bien documentado, con cronología, pruebas y escritos claros, se resuelve con mayor eficacia y, en su caso, con indemnizaciones justas por los perjuicios ocasionados.
- Consumo/Arbitraje: útil en telecomunicaciones, energía y venta a distancia.
- Protección de datos: clave ante inclusiones indebidas y acoso.
- Vía penal o civil: cuando hay hostigamiento o daños al honor.
Cuándo necesitas un abogado
Aunque muchos recobros por deudas inexistentes se frenan con una respuesta firme, hay situaciones en las que conviene acudir a un abogado. Si han dañado tu reputación con una inclusión en ficheros sin base, si te reclaman judicialmente, si existe suplantación de identidad o si el acoso ha sido sistemático, la intervención profesional permite diseñar la estrategia y cuantificar daños. Un abogado puede solicitar medidas cautelares, negociar la cancelación inmediata, impulsar indemnizaciones y encauzar la defensa procesal con garantías. Además, gestiona la prueba: requerimientos periciales, oficios a ficheros y obtención de registros.
Antes de la vía judicial, un requerimiento firmado por profesional suele tener mayor efecto disuasorio. Si el asunto llega a juicio, tu dossier (burofax, cronología, capturas, denegaciones de crédito, testigos) se convierte en el eje probatorio. No te preocupes si la deuda es pequeña: cuando se vulneran derechos fundamentales, el foco se desplaza a la ilicitud del tratamiento de datos y al daño moral, que puede ser relevante. Elegir a un profesional con experiencia en recobros y protección de datos multiplica las opciones de cierre rápido y favorable.
Señal de alerta: demanda o monitorio recibido. No lo ignores: presenta oposición en plazo y busca asesoramiento inmediato.
Errores comunes que debes evitar
El principal error es pagar “para acabar antes”. Ese pago puede interpretarse como reconocimiento y dificultar posteriores reclamaciones. Otro error frecuente es discutir por teléfono sin dejar rastro: la estrategia del call center busca comprometerte verbalmente. Evita proporcionar información personal adicional que pueda alimentar bases de datos. No dejes pasar plazos para oponerte o cancelar inclusiones; los días cuentan, especialmente si hay operaciones de crédito en curso. Tampoco te conformes con respuestas genéricas: exige documentos, no capturas borrosas ni listados sin firma.
Finalmente, no subestimes la importancia de la forma: un burofax bien redactado, con tono firme pero correcto, evita que te cataloguen como “deudor colaborador” y reduce la insistencia. Mantén un archivo ordenado por fechas, numera las pruebas y guarda copias en la nube. Si recibes una demanda, no la ignores: la inacción puede convertirse en título ejecutivo y terminar en embargo. La prevención y la documentación son tu mejor escudo cuando te enfrentas a recobros por deudas inexistentes.
- No pagues sin prueba.
- No discutas por teléfono: exige escrito.
- No entregues datos extra.
- No dejes pasar plazos ni avisos judiciales.
Preguntas frecuentes
¿Pueden embargarme sin juicio por una deuda inexistente? No. Sin resolución judicial firme no hay embargo. Los recobros extrajudiciales solo pueden pedir el pago, no imponerlo.
¿Qué hago si me incluyen en ASNEF sin base? Solicita de inmediato la cancelación al fichero y al supuesto acreedor, adjunta tu burofax de oposición y, si persiste, reclama ante protección de datos.
¿Sirve un email en lugar de burofax? Es mejor el burofax por su valor probatorio. El email puede ayudar, pero no siempre acredita recepción y contenido con la misma fuerza.
¿Cuánto tiempo tengo para actuar? Actúa cuanto antes. La prescripción depende del tipo de deuda y debes alegarla. Además, cada día en un fichero puede agravar daños.
¿Puedo pedir indemnización por acoso? Sí, si acreditas llamadas abusivas, comunicación a terceros o inclusión indebida, puedes reclamar daños morales y patrimoniales.
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