
Pasos legales si recibes una demanda por impago
Publicado el 11 de agosto de 2025
📖 Tiempo estimado de lectura: 11 min
Índice
- Revisar la notificación y los plazos clave
- Verificar la deuda y reunir documentos
- Elegir abogado y valorar justicia gratuita
- Opciones de respuesta: allanamiento, oposición y acuerdos
- Redacción y presentación de la contestación
- Pruebas y estrategia procesal
- Negociación, mediación y planes de pago
- Embargos y medidas cautelares: prevención y defensa
- Preguntas frecuentes
Revisar la notificación y los plazos clave
Recibir una demanda por impago no es el final del camino, pero sí el inicio de unos plazos estrictos. Lo primero es leer con calma la notificación judicial (o el decreto/auto si se trata de un proceso monitorio) y confirmar la fecha exacta de recepción, porque desde ese momento comienzan a computar los días para actuar. Anota el número de procedimiento, el juzgado y la parte demandante. Identifica el tipo de proceso: monitorio, verbal, ordinario o ejecución por deuda ya reconocida. Cada uno tiene tiempos y requisitos distintos, y confundirlos puede dejarte sin defensa.
Asegúrate de que la notificación te llegó correctamente. Si hubo errores en el domicilio o en la forma de entrega, tu abogado podrá valorarlo. Sin embargo, evita confiar tu estrategia a una nulidad de notificaciones salvo que sea clara: lo prudente es preparar la contestación en plazo. Revisa también si se te requiere el pago, la aportación de documentos, o si te dan la opción de oponerte con fundamentos. En monitorio, por ejemplo, dispones de un plazo breve para pagar u oponerte; si no haces nada, el requerimiento puede convertirse en título ejecutivo.
Acción inmediata: crea una carpeta (física o digital) con la demanda por impago, la fecha de notificación y un calendario con los plazos. Bloquea tiempo en tu agenda para recopilar pruebas y contactar con un profesional.
- Confirma el tipo de procedimiento y el juzgado competente.
- Anota plazos de pago, oposición y contestación.
- Evita conversaciones improvisadas con la parte contraria sin asesoramiento.
Verificar la deuda y reunir documentos
Antes de decidir cómo responder, examina el qué y el cuánto de la reclamación. ¿La deuda es real, total o parcialmente? ¿Ha prescrito? ¿Incluye intereses o penalizaciones abusivas? Revisa contratos, correos, facturas, albaranes, extractos bancarios y cualquier comunicación que demuestre pagos, descuentos aplicados o incidencias del servicio/producto. Si la demanda por impago deriva de alquileres, analiza recibos, reparaciones y comunicaciones sobre incidencias. En suministros o servicios, comprueba órdenes de trabajo y partes de servicio firmados.
Calcula el saldo verdadero: a veces hay abonos no imputados o facturas rectificativas. Comprueba si te aplican cláusulas que puedan ser nulas (intereses desproporcionados, comisiones por gestión de cobro, vencimiento anticipado sin base). En relaciones con consumidores, la normativa de protección del consumidor puede ser relevante; en relaciones entre empresas, revisa condiciones generales y si se incorporaron válidamente.
Checklist documental: contrato y anexos; facturas y recibos; comunicaciones (email/WhatsApp) con fechas; extractos bancarios; pruebas de entrega o prestación; reclamaciones previas; cuadro de intereses y cálculo de la deuda; propuesta de pago, si la hubo.
- Contrasta importes reclamados con tu contabilidad.
- Identifica pagos parciales o compensaciones pendientes.
- Guarda versiones originales y copias legibles para el juzgado.
Elegir abogado y valorar justicia gratuita
El apoyo profesional marca la diferencia. Un abogado civilista valorará la viabilidad de oponerse, negociar o allanarse parcialmente. En procedimientos de cierta cuantía, la representación por procurador puede ser obligatoria. Si tu situación económica es limitada, estudia solicitar asistencia jurídica gratuita: te permitirá contar con abogado y procurador designados sin coste si cumples los requisitos. Esta solicitud tiene su propio trámite, por lo que conviene iniciarla cuanto antes para no comprometer plazos de la demanda por impago.
Busca un profesional con experiencia en monitorios, verbales y ejecuciones. Pide una estimación de honorarios y un plan de trabajo: análisis documental, estrategia de contestación, calendario de actuaciones y posibilidades de acuerdo. La comunicación clara es clave: acuerda cómo compartir archivos (nube segura) y cómo te informará de novedades del juzgado. Si tienes patrimonio o ingresos embargables, coméntalo para anticipar escenarios y proponer medidas de protección legal dentro de lo permitido.
Consejo práctico: prepara un resumen cronológico de la relación con la parte demandante e incluye importes, fechas y documentos vinculados. Tu abogado lo usará para construir la narrativa procesal.
- Confirma si necesitas procurador según cuantía y tipo de proceso.
- Valora justicia gratuita y presenta la solicitud sin retrasos.
- Establece un canal de comunicación y entrega de pruebas eficiente.
Opciones de respuesta: allanamiento, oposición y acuerdos
No existe una única salida. Si la deuda es correcta y asumible, el allanamiento total o parcial puede reducir costes e intereses. En cambio, si detectas errores de cuantía, facturas prescritas o incumplimientos de la otra parte, procede la oposición fundada. Puedes alegar pago realizado, compensación, falta de legitimación, defectos de forma relevantes o cláusulas abusivas. En procesos monitorios, una oposición motivada transforma el asunto en juicio verbal u ordinario, donde podrás aportar y proponer prueba.
La tercera vía es el acuerdo: un calendario de pagos, quitas o daciones en pago. Negociar no implica reconocer todo; puede ser compatible con impugnar partidas discutibles. En ocasiones, un reconocimiento parcial con plan de pagos evita una ejecución y el riesgo de embargo. Si la otra parte exige garantías, estudia avales o fraccionamientos realistas y por escrito. Evita compromisos que no puedas cumplir: el incumplimiento de un plan reabre la ejecución con más costes.
Claves para decidir: solidez de tu defensa, coste/beneficio de litigar, riesgo de embargo, reputación comercial y liquidez disponible para un acuerdo inmediato o escalonado.
- Allanamiento total/parcial para reducir costas cuando proceda.
- Oposición con argumentos y documentos sólidos.
- Acuerdos escritos con calendario claro y garantías proporcionadas.
Redacción y presentación de la contestación
La contestación es el corazón de tu defensa. Debe exponer hechos, fundamentos jurídicos y petición final de forma ordenada. Empieza por un resumen claro: qué se te reclama en la demanda por impago y qué partes aceptas, niegas o matizas. Continúa con la cronología de la relación contractual y señala los documentos que la prueban, indicando números de folio si ya están incorporados. En fundamentos jurídicos, aborda la validez del contrato, el cumplimiento de obligaciones, la prescripción, la posible nulidad de cláusulas y cualquier excepción procesal.
Aporta en anexo la documentación clave, legible y numerada. Si necesitas pericial contable o técnica, indícalo y solicita su práctica. En la petición final, pide desestimar total o parcialmente la demanda, con imposición de costas si corresponde, o bien homologar un acuerdo si existe. No olvides la firma y, en su caso, la del procurador. La presentación se realiza por medios telemáticos profesionales; coordina con tu abogado los tiempos para evitar colapsos el último día.
Tip de forma: títulos, subtítulos y cuadros-resumen mejoran la legibilidad judicial. Un escrito claro facilita que el juzgado comprenda tus argumentos y pruebas.
- Estructura: Hechos → Fundamentos → Suplico → Documentos.
- Numeración y referencias cruzadas a pruebas.
- Evita alegar sin documento: cada afirmación, su soporte.
Pruebas y estrategia procesal
La prueba sostiene tu relato. Documental (contratos, facturas, correos), testifical (personas que presenciaron hechos), pericial (contable, técnica) y reconocimiento judicial, si procede. Selecciona lo relevante: demasiados documentos irrelevantes diluyen lo importante. Ordena por cronología y temática. Si hay comunicaciones por aplicaciones de mensajería, descarga y certifica su integridad; las capturas aisladas pueden discutirse. Para operaciones complejas, un informe pericial puede clarificar saldos, intereses y compensaciones.
Define una narrativa coherente: por qué no debes la cantidad reclamada (o por qué solo parte), qué incumplimientos de la otra parte justifican retenciones o descuentos y cómo se acreditan. Anticipa la prueba contraria: ¿qué documentos aportará la actora? ¿Cómo los impugnarás? Considera solicitar oficios a bancos o proveedores para acreditar pagos o entregas. En audiencia previa o vista, céntrate en puntos controvertidos; evita debates colaterales que consumen tiempo sin mover el resultado.
Estrategia: prioriza 3–5 ideas fuerza repetidas con consistencia documental. El juez recordará lo esencial si lo presentas con claridad y soporte objetivo.
- Checklist de prueba: documental, testifical, pericial, oficios.
- Impugnación de documentos: firmas, fechas, integridad.
- Historias simples, datos precisos, anexos claros.
Negociación, mediación y planes de pago
Negociar no es rendirse: es gestionar riesgos. Un plan de pagos realista puede proteger tu liquidez y evitar la ejecución. Define tu capacidad mensual y propón un calendario con vencimientos fijos. Si la actora pretende intereses altos, plantea una quita a cambio de mayor rapidez de cobro o garantías razonables. La mediación aporta un espacio neutral para acercar posiciones; es útil cuando hay relación comercial que conviene preservar o cuando los números requieren consenso técnico (intereses, cargos, descuentos).
Formaliza cualquier acuerdo por escrito, especificando importe total, cuotas, fecha de inicio, intereses pactados (si los hay), forma de pago, consecuencias del impago y renuncia a acciones mientras se cumpla el plan. Si el procedimiento está en curso, se puede solicitar homologación judicial para dar fuerza ejecutiva al acuerdo. Evita prometer plazos que dependan de terceros o ingresos inciertos. Si debes elegir entre litigar o acordar, compara el coste temporal y económico, el riesgo de embargo y la previsión de éxito.
Regla de oro: mejor un buen acuerdo hoy que una sentencia incierta mañana. La demanda por impago se resuelve más rápido con compromisos ejecutables y claros.
- Define tu límite de pago mensual antes de negociar.
- Pide homologación judicial si te conviene seguridad jurídica.
- Integra garantías proporcionadas, no asfixiantes.
Embargos y medidas cautelares: prevención y defensa
Si no se atiende la reclamación y la actora obtiene un título ejecutivo, puede solicitar embargo de cuentas, salarios, vehículos o inmuebles. Conoce los límites legales de inembargabilidad (tramos del salario mínimo, bienes necesarios) y prepara un mapa patrimonial actualizado. Ante medidas cautelares previas (por riesgo de impago), tu defensa deberá acreditar solvencia, inexistencia de peligro o desproporción de la medida. La rapidez es esencial: la oposición a la ejecución y a las cautelares tiene plazos cortos y formalidades estrictas.
Para minimizar daños, prioriza la comunicación con tu banco y tu asesor financiero si detectas un embargo inminente. Revisa movimientos y organiza tus domiciliaciones para evitar descubiertos que generen más costes. Si hay bienes afectos a una actividad profesional, argumenta su necesidad para el trabajo y la desproporción del embargo. Los acuerdos de pago en fase ejecutiva siguen siendo posibles y, en ocasiones, preferibles a litigar solo sobre cuantías residuales o intereses.
Plan preventivo: mantiene actualizada la documentación de ingresos y gastos, conserva justificantes, y prepara escritos tipo con tu abogado para reaccionar a oficios de embargo y requerimientos judiciales.
- Conoce límites de inembargabilidad y aplícalos de inmediato.
- Oposición a ejecución por exceso de embargo o liquidación errónea.
- Acuerdos durante la ejecución para frenar costes y recargos.
Preguntas frecuentes
¿Qué pasa si ignoro la demanda por impago? Ignorarla suele derivar en una resolución desfavorable y en ejecución con embargos. Además, perderás la oportunidad de oponerte, negociar o reducir costes. Actúa siempre dentro de plazo.
¿Puedo oponerme si debo parte pero no todo? Sí. Puedes allanarte parcialmente a la cantidad que reconoces y oponerte al resto, aportando pruebas. Esto puede reducir intereses y costas, y enfocar el litigio en la cuantía discutida.
¿Cuándo conviene negociar? Cuando el coste de litigar supera el beneficio esperado o cuando necesitas certidumbre y tiempo para pagar. Un plan de pagos realista, mejor homologado, evita sorpresas y ejecutorias más caras.
¿Qué documentos son imprescindibles? Contrato, facturas y recibos, comunicaciones que acrediten incidencias o acuerdos, extractos bancarios, entregas de mercancía o prestación de servicios, y cualquier peritaje contable que clarifique saldos.
¿Se pueden parar los embargos? Puedes solicitar al juzgado que respete los límites de inembargabilidad, oponerte a excesos o errores de liquidación y, sobre todo, pactar un plan de pagos que detenga la presión ejecutiva.
- Actúa siempre dentro de plazo y con asesoramiento.
- Documenta pagos y discrepancias desde el primer día.
- Negocia planes realistas y pide homologación si conviene.