
Cómo reclamar comisiones bancarias ocultas
Publicado el 12 de octubre de 2025
📖 Tiempo estimado de lectura: 10 min
Índice
- Qué son las comisiones bancarias ocultas
- Cómo detectarlas en tus extractos
- Marco legal en España
- Cuándo son abusivas o indebidas
- Pasos para reclamar al banco
- Modelo de reclamación y datos clave
- Pruebas, cálculos e intereses
- Plazos y tiempos del proceso
- Estrategias de negociación y prevención
- Preguntas frecuentes
Qué son las comisiones bancarias ocultas
Las comisiones bancarias ocultas son cargos que entidades financieras aplican sin una información previa, clara y destacada, o que no guardan proporcionalidad con el servicio realmente prestado. En ocasiones se esconden tras denominaciones ambiguas que dificultan su identificación: “ajuste de liquidación”, “gasto de mantenimiento especial”, “gestión de incidencias”, “reclamación de posiciones deudoras” o conceptos similares. Aunque muchas comisiones son legítimas si se han pactado, otras se cobran sin contrato, sin transparencia suficiente o duplicando servicios, lo que puede convertirlas en indebidas y, por tanto, reclamables.
Ejemplos frecuentes incluyen comisiones de mantenimiento en cuentas que se anunciaban como “sin comisiones”, gastos por ingreso de efectivo en ventanilla cuando el titular es el mismo, comisiones automáticas por descubierto de pocos euros o durante pocas horas, y cargos por transferencias estándar que hoy la mayoría de entidades ofrecen sin coste en canales digitales. También es frecuente ver comisiones por “envío de correspondencia” cuando el cliente tiene la documentación en formato digital o por “renovación de tarjeta” sin que haya habido una petición o beneficio adicional para el usuario.
En el centro del problema está la asimetría de información: los bancos dominan la jerga y los sistemas de liquidación, mientras que los consumidores no suelen revisar con lupa cada apunte. Por eso, el primer paso para reclamar comisiones bancarias ocultas es reconocerlas: identificar qué cargo es, por qué se ha cobrado, si estaba previsto en el contrato y si el servicio asociado realmente se prestó. Una comisión válida debe cumplir tres condiciones: estar previamente informada, responder a un servicio efectivamente prestado y no duplicar otros costes ya repercutidos en el mismo producto.
Punto clave: si no hay información previa clara o no existe un servicio real y proporcional, el cargo puede ser abusivo. En tal caso, es posible solicitar su devolución y, en su caso, intereses.
Cómo detectarlas en tus extractos
Detectar comisiones ocultas requiere método. Empieza descargando tus extractos mensuales de los últimos 12–24 meses en formato PDF o CSV. Con un CSV puedes ordenar y filtrar por conceptos para descubrir repeticiones. Si el banco no facilita extractos con detalle suficiente, solicita un historial de liquidaciones del producto (cuenta, tarjeta, préstamo). Presta atención a palabras clave como “comisión”, “gastos”, “reclamación”, “mantenimiento”, “liquidación”, “apunte de regularización” o “ajuste”.
Otra estrategia útil es comparar los meses con mayor actividad: verás si el cargo aparece vinculado a operaciones concretas (por ejemplo, ingresos en ventanilla) o si es fijo (una “cuota” de mantenimiento trimestral). En tarjetas, revisa el extracto de liquidación: allí suelen desglosarse intereses, prima de seguros asociados y comisiones por disposiciones en efectivo. Para los descubiertos, examina tanto la comisión de reclamación como los intereses deudores: a menudo se aplican ambos, y es esencial comprobar si uno duplica al otro o no responde a una gestión real.
- Compara lo cobrado con la oferta comercial vigente cuando contrataste el producto.
- Verifica si hay doble cobro: p. ej., comisión de transferencia + coste por “servicio especial” de la misma operación.
- Confirma si la comisión aparece en productos publicitados “sin comisiones”.
- Comprueba si hay cargos por servicios no solicitados: seguros, alertas SMS, correspondencia en papel.
Una vez localizados los cargos sospechosos, crea una hoja de cálculo con columnas para fecha, concepto, importe, producto, norma contractual (si existe), observaciones y estado de la reclamación. Este registro te permitirá calcular el total a recuperar y te será imprescindible para una reclamación ordenada y convincente.
Consejo práctico: exporta los movimientos y utiliza filtros por “comis*”, “gasto*”, “recl*”. En pocos minutos emergen patrones que a simple vista pasan desapercibidos.
Marco legal en España
El marco legal español exige transparencia, información previa y proporcionalidad en las comisiones bancarias. La Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y su normativa de desarrollo amparan el derecho a recibir información clara y comprensible antes de contratar. La Ley de Condiciones Generales de la Contratación prohíbe cláusulas sorpresivas o no negociadas individualmente que produzcan desequilibrio en perjuicio del consumidor. Además, la normativa sectorial bancaria obliga a que las entidades publiquen las comisiones aplicables y que estas respondan a servicios efectivamente prestados.
En la práctica, esto se traduce en tres exigencias: (1) información precontractual y contractual explícita sobre la comisión, (2) existencia de un servicio real y mensurable que justifique el cobro, y (3) proporcionalidad del importe respecto del coste del servicio. Las “comisiones de reclamación de posiciones deudoras”, por ejemplo, han sido objeto de especial escrutinio: si se aplican de forma automática, sin una gestión individualizada y documentada, tienden a considerarse indebidas. Igualmente, las comisiones por ingresos en ventanilla o por mantenimiento de cuentas asociadas al cobro de nóminas o recibos que se ofertaban “sin comisiones”, pueden ser contrarias a la publicidad y a las condiciones vigentes en el momento de la contratación.
También entra en juego la buena fe contractual: el banco no puede crear comisiones ex novo sin comunicación previa con antelación razonable. Cualquier modificación debe notificarse y permitir al cliente resolver la relación o cambiar de producto sin penalización. El servicio de atención al cliente (SAC) y el defensor del cliente de cada entidad son los primeros garantes; si no dan solución, cabe acudir a autoridades supervisoras y organismos de consumo. El resultado de este marco es claro: si la comisión no está clara, no responde a un servicio real o es desproporcionada, existe base para reclamar su devolución.
Idea fuerza: transparencia, servicio efectivo y proporcionalidad. Cuando falle cualquiera de estos pilares, la comisión pierde legitimidad.
Cuándo son abusivas o indebidas
Una comisión puede considerarse abusiva si no fue informada con claridad, si cobra por un servicio inexistente o si duplica costes ya repercutidos en el precio del producto. Por ejemplo, aplicar una “comisión de gestión de descubierto” de importe fijo alto por un saldo negativo de apenas unas horas, además de intereses deudores, puede resultar desproporcionado. También son problemáticas las comisiones automáticas por “reclamación” cuando no consta ninguna gestión individual (cartas certificadas, llamadas, emails fechados), ni esfuerzo adicional de la entidad.
Otro supuesto común es el de la publicidad contradictoria: cuentas “sin comisiones” a cambio de domiciliar nómina y tres recibos, que luego incluyen un cargo de mantenimiento por no cumplir condiciones nuevas no aceptadas. Si la entidad cambia requisitos, debe comunicarlo con antelación y permitir al cliente cancelar el producto. Si el cliente cumplía las condiciones iniciales, el cobro sobrevenido puede impugnarse. En tarjetas, la imposición de seguros accesorios no solicitados o la “cuota de emisión/renovación” cuando no hay mejora del servicio pueden ser discutibles.
- Falta de información previa: la comisión no aparece en contrato ni en documentos informativos entregados.
- Ausencia de servicio: no se acredita ninguna gestión o beneficio concreto para el cliente.
- Desproporción: coste fijo elevado por operaciones de bajo valor o de ejecución automática.
- Duplicidad: dos cargos por el mismo hecho (p. ej., transferencia + “gestión operativa” idéntica).
Si concurren uno o varios de estos elementos, la comisión es candidata a devolución. Documentar cada extremo (publicidad, contrato, comunicaciones, movimientos) aumenta drásticamente las posibilidades de éxito en la reclamación.
Check rápido: ¿Lo sabías antes? ¿Hubo servicio real? ¿Tiene sentido el importe? Si respondes “no” a cualquiera, probablemente sea reclamable.
Pasos para reclamar al banco
El proceso ideal sigue una escalera de menor a mayor intensidad. Primero, una reclamación amistosa y documentada ante el servicio de atención al cliente (SAC) de tu entidad. Después, si no hay respuesta favorable o se excede el plazo máximo de resolución, se puede escalar a instancias supervisoras y a organismos de consumo. Finalmente, si el daño lo justifica, cabe la vía judicial.
- Reúne pruebas: extractos, contrato, folletos, pantallazos de la web, emails, comunicaciones de cambios de condiciones.
- Calcula el importe: suma de comisiones indebidas + intereses legales desde el cobro (si procede).
- Escribe al SAC: solicitud de devolución motivada, con detalle de fechas, conceptos e importes. Adjunta pruebas.
- Espera respuesta: la entidad dispone de un plazo para resolver. Si te deniegan o no contestan, pasa al siguiente nivel.
- Escala la reclamación: presenta escrito ante la autoridad supervisora competente y/o consumo de tu comunidad autónoma.
- Valora la vía judicial: especialmente si la cuantía es relevante o hay daños añadidos (p. ej., inclusión indebida en ficheros de morosos).
Mantén siempre un tono profesional. Señala claramente el incumplimiento de deberes de información, la ausencia de servicio y la desproporción del cargo. Ofrece una solución concreta: devolución total de los importes y regularización para que no se repitan. Cuanto más claro sea tu escrito, más fácil será para el banco evaluar y corregir.
Tip de éxito: adjunta una tabla-resumen de cargos con fecha, concepto e importe. Facilita la labor del gestor del SAC y acelera la devolución.
Modelo de reclamación y datos clave
Tu escrito debe ser breve, estructurado y comprobable. Encabeza con tus datos personales (nombre, DNI/NIE, domicilio, email y teléfono), los datos de la entidad y el número de contrato o IBAN del producto afectado. Indica el objeto: solicitud de devolución de comisiones indebidas. Expón los hechos en orden cronológico: contratación, condiciones públicas, primeros cargos detectados, comunicaciones recibidas, reclamaciones previas. Después, añade una fundamentación clara: falta de información precontractual suficiente, inexistencia de servicio asociado, desproporción del importe o duplicidad de cobros respecto a otros costes.
Incluye una tabla con las comisiones reclamadas (fecha, concepto e importe) y la suma total. Solicita la devolución de las cantidades más los intereses que correspondan desde cada cargo. Añade una petición de regularización futura, para que la entidad elimine esos conceptos de tu contrato o los ajuste a ley. Finalmente, cierra con la advertencia de que, de no recibir respuesta satisfactoria en plazo, escalarás la reclamación.
- Datos del cliente y del producto.
- Relación detallada de cargos con documentos adjuntos.
- Motivos: falta de información, ausencia de servicio, desproporción, duplicidad.
- Petición: devolución + intereses y regularización para futuro.
- Plazo de respuesta solicitado y anuncio de escalado.
Plantilla rápida: “Solicito la devolución de X €, resultado de comisiones aplicadas en fechas … bajo conceptos … al no haberse informado previamente, no responder a servicio real y resultar desproporcionadas. Adjunto extractos y contrato. De no resolverse en plazo, elevaré la reclamación.”
Pruebas, cálculos e intereses
Las pruebas son el núcleo de tu reclamación. Adjunta los extractos donde aparecen los cargos y resalta cada línea; incluye el contrato o, si no lo tienes, solicita copia al banco (tiene obligación de facilitarla). Aporta capturas de la página del producto con sus condiciones en la fecha aproximada de contratación, si todavía es accesible. Añade comunicaciones de la entidad sobre cambios de condiciones, especialmente si el banco intentó introducir una comisión nueva sin margen para resolver el contrato.
Para el cálculo, suma todas las comisiones reclamadas periodo por periodo. Si hubo cobros periódicos (p. ej., trimestrales), especifica cada uno. Respecto a intereses, puedes pedir los legales devengados desde cada cargo hasta la devolución; esto compensa el tiempo que tu dinero estuvo indebidamente retenido. Si la comisión provocó otros daños (por ejemplo, impagos posteriores por minoración de saldo), documenta la cadena causal.
- Prueba documental: extractos, contrato, publicidad, comunicaciones.
- Tabla de cálculo: fecha, concepto, importe, subtotal, total.
- Intereses: solicita los legales desde cada cargo.
- Daños adicionales: justifica y acredita con documentos.
Formato recomendado de tabla: “2024-03-31 · Comisión reclamación posiciones deudoras · 35,00 € | 2024-06-30 · Comisión mantenimiento · 15,00 € | Total: 50,00 €”.
Plazos y tiempos del proceso
Conviene actuar con orden y sin dilaciones. Presenta la reclamación al SAC en cuanto detectes el cargo. Conserva el justificante de presentación (número de registro, correo de confirmación o sello en oficina). La entidad debe responder en un plazo máximo establecido por su normativa interna y la regulación aplicable. Si transcurre el plazo sin respuesta o esta resulta insatisfactoria, eleva tu caso ante el organismo supervisor competente o a consumo en tu comunidad autónoma. Cada instancia tiene sus propios tiempos de tramitación; por eso es clave mantener al día tu expediente y responder con rapidez a cualquier requerimiento de información adicional.
Respecto a la prescripción, la acción de restitución de cantidades indebidamente cobradas puede estar sujeta a plazos civiles. Por prudencia, revisa movimientos de los últimos años y actúa cuanto antes. Aunque muchos bancos devuelven cargos recientes con relativa facilidad si la reclamación está bien fundada, las posibilidades disminuyen conforme pasa el tiempo, por pérdida de documentación y cambios en los sistemas.
Organiza tu agenda: anota la fecha de presentación, el plazo de respuesta esperado y el “día D” para escalar. La disciplina de seguimiento marca la diferencia.
Estrategias de negociación y prevención
Negociar bien puede ahorrarte tiempo. Si tu historial es bueno (nómina domiciliada, sin incidencias), incluye ese dato: eres un cliente valioso y la entidad querrá retenerte. Propón alternativas: eliminación de comisiones futuras o cambio a una cuenta verdaderamente sin comisiones sin requisitos ocultos. Si la entidad ofrece resolver “como gesto comercial”, verifica que te devuelvan todo lo reclamado y que regularicen el contrato para evitar repeticiones.
Para prevenir, aplica una política de “cuentas limpias”: evita productos que supediten la ausencia de comisiones a condiciones cambiantes; usa canales digitales para operaciones corrientes; desactiva servicios no esenciales (papel, SMS) si no los utilizas; y revisa extractos mensualmente. Al contratar, guarda copia de la ficha de información precontractual y del contrato completo. Si reciben una comunicación de cambio de condiciones, léela con atención y valora si te compensa seguir; a veces lo mejor es migrar a otra entidad con condiciones estables.
- Negocia desde la lealtad y los datos: historial, antigüedad, productos vinculados.
- Exige regularización por escrito, no solo devoluciones puntuales.
- Compara ofertas de cuentas sin comisiones reales, no condicionadas.
- Automatiza recordatorios para revisar extractos mensuales.
Prevención 360°: información guardada, extractos revisados, servicios innecesarios desactivados y productos sencillos. Menos fricción, menos sorpresas.
Preguntas frecuentes
¿Puedo reclamar comisiones antiguas? Sí, pero el éxito suele ser mayor con cargos recientes y bien documentados. Reúne toda la información posible y presenta una reclamación ordenada. En cualquier caso, no demores la acción para evitar problemas de prescripción y de prueba.
¿Y si el banco dice que “estaban en el contrato”? Pide copia del contrato y de la ficha precontractual. Si la comisión no aparece claramente o se ha aplicado sin prestar el servicio asociado, sigue siendo reclamable. La transparencia exige información clara y destacada, no cláusulas opacas o genéricas.
¿Qué pasa con las comisiones por descubierto y “reclamación de posiciones deudoras”? Si se aplican de forma automática, sin gestión individualizada acreditada (llamadas, cartas, emails), son discutibles. Además, si se suman a intereses deudores elevados, podría existir desproporción.
¿Necesito abogado? Para una reclamación ante el SAC o ante organismos de consumo, no es imprescindible. Si la cuantía es relevante, hay daños añadidos o prevés acudir a la vía judicial, contar con asesoría especializada puede mejorar tus posibilidades.
¿Me pueden cerrar la cuenta por reclamar? No deberían penalizarte por ejercitar tus derechos. Si decides cambiar de entidad por confianza o condiciones, hazlo ordenadamente: abre primero la nueva cuenta, migra nómina y recibos y cierra la antigua una vez resueltos los cargos.